jueves, 23 de julio de 2009

Historias vivas de fuego y agua

El sol quemante en la punta de la tierra

se fue ocultando tras las húmedas nubes

y el encandilante verde de los soldados de madera.

la arena seca, extensa y salina

los monstruos de fuego y humo

y los ingratos cráteres de agua

saludaron con recelo a los grandes lagos

y a las apoteósicas venas de vida tan escasas en la gran Atacama.

Recelos de mundos incomparables… tan solo cada uno es en si.

De la piel oscura y cómplice del perenne sol,

a la piel húmeda y más clara del hombre del agua.

De la vicuña siútica y hermosamente estilizada

a la fuerza de los Toros sembrados en el campo verde.

De la Parina a la bandurria.

De lagos y ríos, de mapuches, williches y lafquenches.

De cielo claro y tierra árida –fértil de minerales y vida- de Lickanantay y Quechuas.

2500 millones de pasos para cruzar de un lado al otro

Y encontrar a la cara indígena latinoamericana calcada ya sea por el sol o por el agua.

Gracias amigo lickanantay, con su permiso amigo williche.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy bien este poema es muy destacado en la geografia de la tierra y los pensamiento que se sienten