martes, 3 de noviembre de 2009

NUESTROS SILENTES DESEOS

Amiga, en mis recuerdos nunca he dejado de jugar con tus labios
de sentir tu aliento en mi rostro.
Querida, cuando camino solo, siento tu brazo colgando del mío.
Escucho tu risa y tus múltiples historias de amores. ¿te acuerdas de las mías?.
Amante eterna, de prohibiciones virginales, de manos atadas y de labios fundidos.
Cuántas veces quise correr contigo. Cuántas veces callé.

Pudimos estar juntos,
Pero la brisa costera se llevó nuestros silentes deseos.
fue culpa del censurante miedo a la mirada inquisidora, al grito popular.
Boca cerrada, lengua adormecida... palabras sin pronunciar
amistad fuerte, provocadora y fiel, que esconde la verdad.

Nunca fuimos uno, no siempre lo quise así.
Hubo una historia trunca, sin climax, ni final.
Caricias sin orgasmos, Amor mal hecho. Amor de día, amor despierto.
Manos apresadas... cuerpos deseados.
Solo bésame. Solo mira mis ojos. Solo toma mi mano.

El tiempo pasó dejando sabores, llevándose consigo las esperanzas
dejando la nostalgia y trayendo la rabia de no haber llegado más allá.
El recuerdo esparció la duda...
pero golpea el rostro con imágenes y sensaciones hermosas

2 comentarios:

LiRio dijo...

Oh melancolía, sospecho que diría Silvio.
Me gustó
:)

Anónimo dijo...

El rincon del romanticismo o la
gracia de decir las palabras de esta
forma es genial me encanta jugar asi con las mudas palabras del amor,la libertad los deseos bello me encanto,tambien escribo prnto enviare algo mio,saludos.